La policía holandesa detuvo ayer en el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol a un supuesto sacerdote boliviano que ocultaba tres kilos de cocaína bajo su sotana. El detenido, que no fue identificado, despertó desde el principio las sospechas de los agentes al rehusar a cooperar plenamente en un control de aduanas.
Inicialmente, rechazó someterse a los controles con el argumento de que era un religioso, además de darse cierta importancia pues dijo que dirigía un convento en Bolivia. El registró mostró que ocultaba bajo la sotana y pegados a las piernas unos paquetes, de los que dijo que contenían “arena santa”, aunque la comprobación posterior mostró que eran tres kilos de cocaína.
“Es la primera vez que arrestamos a un cura en Schiphol por tráfico de drogas”, dijo el portavoz policial Rob Stenacker, citado por la agencia holandesa ANP. Stenacker no se mostró demasiado sorprendido, ya que los traficantes de droga recurren cada vez a estrategias más sofisticadas.
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